CARMEN DE VIBORAL, Colombia (EFE). -Los países andinos y Mercosur, apurados por las grandes negociaciones comerciales continentales y mundiales, buscan consolidarse como bloque para defender en ellas sus intereses, que no siempre les son comunes.
Por ello, los países de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) se encaminan, aceleradamente, hacia un acuerdo con el Mercado del Cono Sur (Mercosur) que deberá estar concluido antes de terminar 2003.
La visita que realiza el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, a los mandatarios andinos, reunidos en la localidad de Carmen de Viboral, en el noroeste de Colombia, trae de nuevo ese mensaje: Integración y compromisos -a marchas forzadas- ante la inminencia del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), cuyo provecho, para toda la región en conjunto o para cada país en particular, dependerá de qué y cómo se negocie; y en un plazo más largo, compromisos e integración para la Ronda de Doha, de la Organización Mundial de Comercio, en la que puntos críticos para la región, como el agropecuario, están pendientes por la renuencia de los países desarrollados a ceder a los reclamos de acabar con los subsidios.
El secretario general de la CAN, el ex canciller colombiano Guillermo Fernández de Soto, ha señalado que una de las principales conclusiones de las reuniones de ministros de Exteriores y de Comercio, previas a la cumbre de jefes de Estado, es que los acuerdos entre los países andinos y Mercosur no sean excluyentes y que le permitan a cada país fijar su propio ritmo en el proceso.
Suramérica, con una población de cerca de 350 millones de habitantes, es, potencialmente, uno de los mercados más importantes del Tercer Mundo, que pese a tener un bajo y desigual nivel de ingreso por persona, no es despreciable para las naciones desarrolladas ni para los propios productores locales.
El ALCA, propuesto en la primera cumbre de las Américas en 1994 en Miami por Estados Unidos, debe estar negociado, según lo previsto, en 2005 y entrar en vigencia en enero de 2006.