BAGDAG, Irak (EFE). -La apertura de la frontera de Irak con Arabia Saudí y la presencia de 49 países y mil 200 empresas da un especial significado político a la Feria de Muestras de Bagdad, que se abrió este fin de semana pese a las amenaza de guerra de Washington y Londres.
En el acto inaugural de la Feria, el vicepresidente iraquí, Taha Yasin Ramadán, dijo que "el aumento de los Estados y de las compañías participantes en esta XXXV edición indica su interés en desarrollar el comercio y las relaciones con Irak".
De las compañías asistentes, muchas son de países occidentales, aliados de EU, pese a las amenazas de Washington de hacer la guerra para derrocar al régimen de Bagdad, que encabeza el presidente Sadam Husein.
"Este interés -agregó Ramadán- refleja de hecho la profunda confianza internacional en la economía iraquí", basada en las exportaciones de petróleo y, hasta 1990, cuando la ONU impuso un rígido embargo al país, en la agricultura más floreciente de los países árabes.
Ramadán recalcó que su país ha importado mercancías por valor de 150 mil millones de dólares desde que hace doce años se le impusieron las sanciones internacionales, lo que da una idea de la fuerza de la economía del país, aún en las circunstancias más adversas.
Criticó a la ONU y señaló que en los seis últimos años, con el programa de "intercambio de petróleo por alimentos" supervisado por la organización, Irak solo ha podido importar por valor de 23 mil millones de dólares, "una décima parte de sus necesidades" y lo mismo que "importábamos antes del embargo en un solo año".
Representantes oficiales saudíes e iraquíes, los primeros con las tradicionales túnicas y pañuelos blancos árabes y los segundos con uniforme militar, se saludaron efusivamente al abrir ayer el paso fronterizo de Arar entre sus dos países, tras doce años de cierre. De este modo, los dos enemigos de la guerra del Golfo Pérsico de 1991 daban un paso práctico en su reconciliación, iniciada en la Cumbre Arabe de Beirut de marzo pasado, al permitir el paso de personas y mercancías directamente entre sus países. Desde 1990, cuando las tropas iraquíes invadieron Kuwait, de donde las expulsó una coalición internacional encabezada por EU que utilizó como base el territorio saudí, Irak y Arabia Saudí han sido enemigos declarados.
