BUENOS AIRES, Argentina (AFP). Argentina se prepara para recibir unos cuatro millones de turistas extranjeros a lo largo del año 2003, anticipó este domingo el responsable del área, Daniel Scioli, en entrevista con el diario La Nación.
Prevemos que van a venir 4 millones de extranjeros que dejarán 3 mil millones de dólares, explicó el secretario de Turismo y Deportes al hacer un balance del mes de enero que dejó en todo el país un saldo de 50% más de turistas que un año antes.
El turismo se vio beneficiado por la devaluación de la moneda, de un 70% desde la salida de la convertibilidad (paridad fija) en enero de 2002, y por una imagen del país que dista mucho de la de diciembre de 2001, con saqueos y una revuelta popular que dejó 30 muertos y llevó a la renuncia al ex presidente Fernando de la Rúa (1999-2001).
Para Scioli, ex campeón mundial de motonáutica, se trata ahora de reposicionar la ciudad de Buenos Aires como punto turístico.
El tango tiene que ser para Buenos Aires lo que fue para Nueva Orleáns el jazz, se ilusiona el funcionario.
Buenos Aires será sede, a principios de marzo, del Primer Campeonato Mundial de Baile de Tango, con participación de parejas de distintos países, en el marco de la quinta edición del Festival de Tango que prevé la participación de unas 100 mil personas.
Junto con el impulso del turismo extranjero, la temporada arrancó con récord de veraneantes argentinos en los numerosos destinos que ofrece el país, en particular la costa atlántica, que convirtió a enero del 2003 en el mejor en la última década. Recientemente, las autoridades de la localidad de Pinamar pidieron a los turistas que no viajen a ese centro de veraneo porque ya está totalmente desbordado de visitantes, informó la prensa. Los principales diarios de Buenos Aires mostraron imágenes de las playas de Pinamar, 300 kilómetros al sur de Buenos Aires, en las que miles de veraneantes, apiñados y en pie, no dejan ver ni un centímetro de arena.
