La compañía francesa de servicios de tecnología de la información Atos Origin quiere que sus empleados dejen de escribir e-mails y se plantea como meta lograrlo en tres años, según dijo ayer en París el CEO de la firma, Thierry Breton.
“La masa de e-mails que enviamos y recibimos en el mundo laboral ya no es aceptable. Los gerentes necesitan entre 5 y 20 horas a la semana para leerlos o escribirlos”, según Breton.
En vez de ello, la firma quiere aprovechar, entre otras, las redes sociales existentes para usarlas como “Social Business Solutions” de acuerdo con las necesidades de la empresa.
Breton explicó que el año pasado, los 78 mil 500 empleados recibieron a diario en promedio 200 e-mails, de los cuales el 18% era correo basura.
Los primeros resultados de una comunicación más directa mostraron que se puede reducir la cifra de mails en un 20%.
La tendencia de las grandes corporaciones apuntan a reducir tiempo y ser más efectivos.