ZURICH, Alemania (EFE). La mala gestión de los dirigentes de la desaparecida aerolínea Swissair provocó la quiebra de la empresa, que se vio obligada a cerrar y a liquidar sus activos para poder hacer frente a las deudas, señala un informe divulgado hoy y elaborado por una conocida firma de auditoría contable.
Los autores del documento señalan que la compañía aérea, que aspiraba a ser una de las más saneadas de Europa, tenía una contabilidad que no reflejaba la realidad.
Según los auditores, las cuentas entre 1999 y 2000 no se ajustaban a la verdadera situación que atravesaba la empresa, con elevadas deudas. Los dirigentes de Swissair subestimaron los costos de la ambiciosa política de expansión de la empresa, que llevaron a cerrar el año 2001 con unas pérdidas de 1,727 millones de dólares, las peores de la historia de la compañía, con unas deudas globales de 2,660 millones para unos reducidos fondos propios de 336 millones. Según las conclusiones de la auditoría, los directivos de la empresa se dedicaron a comprar a elevados precios empresas con dificultades financieras, especialmente en Europa, en lugar de invertir en países con un fuerte potencial de desarrollo como inicialmente habían decidido en el marco de su estrategia de expansión.
El informe destaca que los directivos actuaron con cierta complicidad del Consejo de Administración de la aerolínea, que no puso objeciones al cambio de rumbo. El Consejo de Administración toleró que la dirección se alejara de la estrategia definida inicialmente, indicó el responsable del informe sobre la auditoría contable, Ancillo Canepa. El trabajo del director ejecutivo del grupo, Philippe Bruggisser, fue criticado tras el hundimiento de la aerolínea por sus inversiones en otras compañías más pequeñas que presentaban importantes problemas económicos, como la belga Sabena.
