WASHINGTON, Estados Unidos (DPA). La situación de la economía mundial va mejorando: en Europa se observan los primeros síntomas de una recuperación, Japón va avanzando y Estados Unidos una vez más ha tomado la delantera con sólidas tasas de crecimiento.
Hacía mucho que las previsiones económicas no eran tan positivas. No obstante, los economistas advierten contra las tendencias proteccionistas: en vez de abrir aún más sus mercados al libre comercio mundial, muchos países retroceden ante los desafíos de una mayor liberalización. El fracaso de las negociaciones durante la cumbre de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en Cancún, México, es una señal de alarma.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) prevé un fuerte impulso económico para los 30 principales países industrializados del mundo en 2004. Para Europa, los expertos ven una luz al final del largo túnel coyuntural. Para los países de la zona euro, la OCDE augura un crecimiento del 1.8%.
Estados Unidos, una vez más, será el puntero entre las naciones industrializadas, con una previsión de crecimiento de un 4.2% en el año 2004. El 8.2% de crecimiento que se anotó la economía de Estados Unidos en el tercer trimestre de 2003 con respecto al mismo período de 2002 ya supone un muy buen presagio.
Faltando un año para las elecciones presidenciales en su país, George W. Bush se apresura a conquistar los laureles del excelente desempeño de la economía estadounidense. Con reducciones de los impuestos por un monto de 1,7 billones de dólares, su gobierno sentó las bases para el nuevo auge económico, se ufana el presidente. "La economía de Estados Unidos es fuerte, y va a ser aún más fuerte", vaticinó Bush.
En Washington reconocen entre bastidores que Europa podría adoptar medidas similares para encender la mecha del auge económico. Sin embargo, hace tiempo que los estadounidenses están acostumbrados a seguir siendo el motor de la economía mundial.
China se perfila cada vez más como segundo motor de la economía mundial. Según informaciones periodísticas, China aportó entre 1995 y 2000 la cuarta parte del crecimiento económico mundial, frente al 20% de Estados Unidos y el 16% de Europa. A Estados Unidos la fuerza de la economía china le parece algo sospechosa.
Desde hace varios meses, el Gobierno estadounidense viene presionando a Pekín para que revalúe su moneda nacional. De lo contrario, advierte, no puede haber comercio justo.
