El crecimiento económico británico volvió al buen camino en el segundo trimestre de 2015, tras un repunte en el dominante sector servicios y uno de los mayores incrementos en la producción de petróleo y gas en una generación.
El producto interno bruto (PIB) de Inglaterra creció un 0.7% en el período abril-junio, en línea con las previsiones de los economistas, después de una expansión de un 0.4% en el primer trimestre, dijo ayer la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS, por sus siglas en inglés) en una estimación preliminar.
La producción en el segundo trimestre fue un 2.6% superior a la del año anterior, también en línea con las proyecciones.
“Tras un descenso en el primer trimestre de 2015, el crecimiento general del PIB volvió a lo habitual en los dos años anteriores”, afirmó el economista jefe de la ONS, Joe Grice.
Inglaterra registró su mayor crecimiento en ocho años y, a principios de este mes, el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, indicó que la decisión sobre cuándo subir las tasas de interés se convertirá en un foco de atención a fines de año.
Los economistas creen que solo una minoría de los responsables de la institución votará a favor de subir las tasas en la reunión de la próxima semana de la entidad, entre señales de un fortalecimiento en el crecimiento de los salarios y una economía operando a cerca de su máxima capacidad.
La lectura preliminar del PIB es, sobre todo, una estimación estadística a falta de recopilar aún más de la mitad de los datos, por lo que las cifras suelen ser revisadas después.

