En los campos chiricanos, la demanda de abono orgánico es cada vez mayor, y la producción actual alcanza los 5 mil sacos de 50 libras al mes.
Toda la producción es realizada en las plantas instaladas por Servicios Ambientales La Amistad, tanto en Guadalupe, corregimiento de Cerro Punta, distrito de Bugaba, como en Santa Clara, distrito de Río Sereno.
Jorge Pittí, de la Alianza para el Desarrollo Ambiental de las Tierras Altas (Adata), explicó que debido a la demanda, la empresa abrió hace dos años la planta en Santa Clara, con lo que se solucionó un serio problema de contaminación.
Ahora, los residuos de la industria cafetalera, que antes eran lanzados a los ríos, se usan para la producción de abono, indicó.
Pittí añadió que en estos momentos están buscando la certificación ISO con un programa auspiciado por la Autoridad Nacional de la Pequeña y la Mediana Empresa (Ampyme). “Los abonos orgánicos no te dan la respuesta inmediata que ofrecen los abonos tradicionales, pero sí logran enriquecer el terreno y eso abarata los costos en futuras siembras”, aseguró.

