MADRID, España (EFE). El nuevo Banco Santander Chile, nacido de la fusión de la entidad del mismo nombre con el Banco Santiago, prevé tener concluido su proceso de integración en agosto de 2003, incluida la unión de sus sucursales y los aspectos tecnológicos.
Así lo afirmó en Madrid el director de Planificación Estratégica y Financiera de Banco Santander Chile, Raimundo Monge, quien destacó que es un período extremadamente corto, ya que la fusión se ejecutó en agosto pasado.
Monge, que asiste al IV Foro Europeo de Empresas Latinoamericanas, destacó que tras la operación, el objetivo de la entidad no es aumentar su tamaño y cuota de mercado, que ya se sitúa en el 37%, sino ser más rentable y mantener un alto nivel de liquidez, bajos riesgos, alta capitalización y una óptima calidad de servicio. El banco incluye también entre sus objetivos mantener la elevada base de capital conseguida con la fusión y tiene previsto entregar un dividendo alto a sus accionistas en 2003 para hacer que el valor sea atractivo en bolsa, al tiempo que descarta devolver capital porque queremos tener una base sólida, precisó. Estamos en una etapa de relanzar el banco, añadió Monge, quien explicó que con la unión de negocios del Santander y el Santiago van a recomponer la cartera de activos y mejorar su rentabilidad, al tiempo que reducirán sus costos, merced a las sinergias de la fusión, y aumentarán sus ingresos por comisiones.
El directivo de la primera entidad chilena destacó que una de las principales ventajas es pertenecer a un gran grupo como el Santander Central Hispano y tener una posición dominante en todos los segmentos, muy por delante de sus principales competidores. La ventaja de costos, la calidad de la cartera de activos y de servicio, la solidez patrimonial, la alta rentabilidad y la eficiencia son los factores que, a su juicio, les han situado en esta posición de liderazgo, que espera se mantenga a largo plazo. Sobre la evolución de la economía de Chile, afirmó que este país es muy competitivo y de bajo riesgo.
