En unas jornadas organizadas por periodistas económicos en la ciudad norteña de Santander, González aseguró que Basilea II dejará a unas entidades con excesos de capital, mientras que otras se quedarán escasas, lo que en algunos casos se traducirá en procesos de integración.
Estas predicciones contrastan con las mantenidas hasta ahora por el Banco de España, que se ha mostrado convencido de que Basilea II no impulsará procesos de fusión porque únicamente se adapta a lo que ya está ocurriendo en el mercado financiero.
Para González, los efectos más destacados de la nueva normativa serán a medio plazo las fusiones y las reestructuraciones de negocios.
Sin embargo, de forma inmediata el mayor impacto será la elevada inversión que debe hacer cada entidad para adaptarse a sus exigencias, y que en el caso de las grandes, como el BBVA, oscilarán entre 120 ó 240 millones de dólares.
El presidente del BBVA, que defendió que Basilea II dará ventajas competitivas a los grandes bancos, pidió que se aborde cuanto antes la revisión del acuerdo de capital, para que se reconozca la "diversificación territorial" como una forma de controlar el riesgo de una entidad.
En este sentido, González pidió también que se trabaje en los próximos años para acabar con las diferencias que existen entre las entidades y otras empresas no financieras que compiten en los mismos mercados y productos, pero que no tienen iguales requerimientos de capital, transparencia y supervisión.
