La vicepresidenta del Banco Mundial (BM) para América Latina y el Caribe, Pamela Cox, abogó ayer por culminar la Ronda de Doha para lograr la liberalización mundial del comercio con el fin de que los beneficios de la globalización alcancen a todos los países.
"Si la globalización pretende incluir a todos y conducir al progreso económico y social, el terreno de juego entre los países desarrollados y en desarrollo debe nivelarse", manifestó Cox durante la apertura de la Conferencia de Ayuda para el Comercio que acoge Lima hasta mañana.
En su intervención, reconoció que los "beneficios de la globalización no han sido compartidos por todos, pero sí se han sentido los trastornos que ha producido".
Señaló que algunas de las trabas que se han encontrado los países latinoamericanos son las "las fuertes barreras, sobre todo, a la agricultura".
Convencida del "desencanto" que ha producido la globalización, la alta funcionaria del BM recalcó que "la comunidad internacional tiene la responsabilidad de apoyar a la región no sólo para obtener un mayor acceso al comercio sino para prepararse con la finalidad de competir con éxito y aprovechar las oportunidades".
"Para que esto suceda las negociaciones comerciales de Doha deben culminar de forma exitosa", remarcó.
Para la representante del organismo supranacional, "los beneficios de la integración económica deberían producir beneficios no sólo para la elite sino para todos los ciudadanos", lo que consideró "crucial para salvar la división social de Latinoamérica".
Cox propuso una "política social innovadora" que asista a los más necesitados y a quienes están menos preparados para afrontar los cambios que lleva consigo el incremento del comercio y la integración para que, según sus palabras: "nadie se quede atrás".
La vicepresidenta del BM, quien se mostró convencida de que "las oportunidades de la región para mejorar el nivel de vida de la población son excelentes", visitó ayer las zonas devastadas por el terremoto del 15 de agosto en la costa peruana.
En este sentido, dijo ayer que la reconstrucción de la zona "es un reto de enormes proporciones y requiere el apoyo coordinado de la comunidad internacional".
Aún así, manifestó que "Perú seguirá siendo un vivo ejemplo de un país fuerte en el rendimiento económico", al recordar que esta semana el Congreso de Estados Unidos está discutiendo la aprobación del TLC rubricado el año pasado con el país andino.
