¿Estados Unidos es demasiado severo con los bancos europeos y demasiado clemente con los propios? El debate se plantea en momentos en que Washington estudia imponer una fuerte multa al banco francés BNP Paribas por haber violado las sanciones económicas contra Irán y Cuba.
“Plantear esta pregunta equivale a comparar el chardonnay y el champaña”, dijo a la AFP el exfiscal general Jacob Frenkel. “En principio ambos son vinos, pero su textura, color y aromas son diferentes”. “En lo que tiene que ver con los bancos, la naturaleza de los hechos reprochados a unos y otros no es comparable”, estimó.
“Una cosa es crear instrumentos financieros tóxicos (lo que hacen los bancos estadounidenses) y otra es violar un embargo impuesto a regímenes cuyos principios minan las libertades fundamentales (BNP Paribas) o ayudar a los ricos estadounidenses a burlar al fisco de su país (Credit Suisse)”.
En Estados Unidos, “violar un embargo o colaborar con la evasión fiscal son crímenes que tienen que ver con la justicia penal, mientras que concebir un instrumento financiero, por más complejo que sea, no lo es”, dijo a su vez un juez federal que pidió anonimato.
Para estructurar las inversiones financieras complejas endosadas a préstamos inmobiliarios de riesgo (subprime), en el origen de la crisis financiera, los bancos estadounidenses recurrieron a numerosos y famosos abogados que les permitieron concebir productos sin duda tóxicos pero perfectamente acordes a las leyes del país, afirmaron a la AFP los exfiscales federales Frenkel y Derek Knerr.

