Además, el titular de la entidad que agrupa a los bancos extranjeros que operan en el país dijo que esas entidades no actuarán de manera corporativa frente a la decisión de la Corte Suprema de Justicia de avalar la "pesificación" impuesta en 2002.
"Cada entidad definirá cuál es el camino a seguir. En ningún momento fijamos una posición común", afirmó Vicens en una entrevista publicada por el diario Ambito Financiero.
El pasado 26 de octubre, el máximo tribunal argentino declaró constitucional el sistema adoptado por el Gobierno para devolver en pesos más un coeficiente de ajuste los depósitos bancarios en dólares atrapados por el "corralito" financiero.
Tanto el "corralito", que restringió el acceso de millones de argentinos a sus ahorros, como la "pesificación" fueron puestos en marcha tras el fin de la paridad entre la moneda argentina y la estadounidense, que rigió entre 1991 y comienzos de 2002.
Las entidades financieras pagaron desde 2002 y hasta septiembre pasado 20 mil 400 millones de pesos (6 mil 845 millones de dólares) por 270 mil amparos judiciales de ahorradores contra el "corralito", según cifras difundidas esta semana por la Asociación de Bancos.
Vicens señaló que el de la Corte "es un fallo que se refiere a un caso particular" y "contribuye para ir aclarando las cosas con el objetivo de normalizar el sistema financiero".
"Ahora habrá que esperar sucesivos fallos sobre el mismo tema para que haya jurisprudencia y cubra todo el espectro de los depósitos y no sobre cuestiones puntuales", consideró.
Según el directivo, "de esta forma se evitaría que jueces de tribunales inferiores apliquen criterios propios, como está sucediendo".
De este modo aludió a distintos fallos dictados por jueces que, luego de la resolución de la Corte Suprema, ordenaron la devolución de depósitos bancarios en dólares atrapados por el "corralito" a la cotización actual de la moneda estadounidense. Vicens planteó que "es claro que la cuestión de los amparos debe quedar solucionada para que los bancos funcionen normalmente.