Banco General es la entidad bancaria panameña más grande, con activos por más de $14 mil 800 millones y depósitos por $10 mil 320 millones. El banco obtuvo una ganancia neta de $328 millones al cierre de 2015.
Unos días después de compartir con los accionistas los resultados del año, Raúl Alemán, vicepresidente ejecutivo y gerente general del banco, repasó en una entrevista con este diario la actualidad del banco, del sector y de la economía del país:
¿Banco General cerró 2015 con un crecimiento de 12% en sus activos. ¿Qué valoración hacen del ejercicio?
2015 fue un buen año. Mantuvimos nuestra participación de mercado en créditos con un aumento de 12% y crecimos en depósitos 7%. Hubo crecimiento en todas las operaciones de crédito. En consumo, impulsado por hipotecas residenciales, segmento que en la economía creció muy saludablemente. También crecimos bastante bien en el segmento empresarial.
¿Qué parte de la cartera tienen fuera del país?
Básicamente, la cartera que tenemos en Banco General Costa Rica y en las oficinas de representación. Es algo más de mil millones de dólares. En Costa Rica el banco tiene siete años de estar operando y cinco mil clientes.
También tenemos oficinas de representación en Guatemala, México, Colombia, El Salvador y empezamos operación en Perú. En estos lugares trabajamos con clientes corporativos.
¿Tienen intención de ampliar presencia en estos países?
No mucho más de lo que tenemos. El mismo modelo de oficina de representación te limita en las actividades que puedes hacer.
Nosotros no empezaremos nada de cero. Ya lo hicimos en Costa Rica. Es costoso y toma mucho tiempo. Si hay oportunidad, preferiríamos poder comprar algo, pero la realidad es que en los últimos años los precios han sido demasiado caros.
¿En el sistema, los depósitos crecen pero a un ritmo menor al crédito. Algunos banqueros hablan de que no hay la misma liquidez que hace unos años...
En los últimos años, la demanda de crédito ha superado la oferta de depósitos internos de particulares. Esa diferencia se ha ido cerrando con financiamiento institucional. No es que falte liquidez. La liquidez se consigue a través de otros mecanismos.
Los depósitos que consigues por financiamientos institucionales son menos estables y más caros que los que consigues a través de depósitos de particulares. Esta es una de las tendencias que se están viendo en el mercado. A esto se suma la subida de tipos de referencia de la Reserva Federal, que encarece los financiamientos institucionales.
Esto está marcando una tendencia en las tasas en Panamá. Lo que se está viendo es el aumento de las tasas para compensar el margen neto de intereses.
¿Habrá nuevas subidas de tasas a los clientes en el corto y medio plazo?
Yo no puedo hablar por el resto de la banca. Lo que nosotros hemos tenido ha sido subidas selectivas en algunas carteras. Y la realidad es que las tasas de los créditos nuevos no son las mismas que los años anteriores.
¿Cómo ven la evolución de la economía?
Vemos un crecimiento alrededor de 6%, similar al del año anterior. En consumo, hipotecas va a continuar robusto; en el caso de préstamos personales, podemos desembolsar lo que tenemos programado que es similar al año pasado; y en autos continúan las ventas.
En el lado empresarial, hay ciertos segmentos que están más lentos. Las ventas en las playas no tienen el mismo ritmo que en años anteriores. Zona Libre sigue teniendo las mismas dificultades. Están pasando por un momento difícil.
Hay ciertos segmentos que tienen una oferta relativamente alta, como las oficinas y también es conocido el tema de los hoteles.
Sin embargo, el crédito a mediana y gran empresa continúa el crecimiento y acompañando la migración de ellos a otros mercados, como el interior del país.
En la medida que el Gobierno mantiene algunos proyectos grandes de inversión, esto trae como consecuencia que los suplidores tengan actividad.
¿Puede afectar a estas proyecciones y al sector bancario la investigación sobre la firma Mossack Fonseca, que ha puesto el nombre de Panamá en los medios de todo el mundo?
No pienso que esto pueda afectar a la economía porque el crecimiento viene de otros factores. Evidentemente, sí afecta a la imagen del país.
En ese sentido, el Gobierno ha tomado las riendas y ha planteado el tema como se debe hacer. Ha enviado un mensaje claro sobre la transparencia y el compromiso que tiene el Gobierno, que se había ido concretando saliendo de la lista gris del Grupo de Acción Financiera.
Logrando eso, caemos ahora en un tema por la utilización de un vehículo, las sociedades, que se venden en muchos países. Vender una sociedad offshore no es nada ilegítimo ni ilegal. El tema es que está amarrado al uso ilegal de las sociedades.
Estamos ante una oportunidad de plantear que Panamá, siendo un centro financiero internacional reconocido, tiene que caminar el camino de la transparencia. Eso es lo que nos va a dar frutos en el futuro. No va a haber ningún impacto mayor en el centro porque los fondos que están depositados no están buscando ese tipo de refugio.
¿Perderá el centro bancario competitividad con el intercambio automático de información que exige la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)?
El país tiene una de dos alternativas: o cooperamos o no lo hacemos. Es mucho más prudente cooperar que no cooperar. La discusión del modelo se da en la mesa de negociación cooperando, no en los medios, como dijo el presidente. Pero tú tienes que reafirmar que vas a ir por uno de los dos caminos. No se va a ir por el camino del medio, porque no existe.
La decisión que ha tomado el Gobierno ha sido prudente. Vamos al Common Reporting Standard [Normas de Reporte Común, el estándar planteado por la OCDE] de forma bilateral, pero se van a sentar en una mesa de negociación con los países de la OCDE, porque tú no puedes quedar solo en el mundo. Ese escenario sería terrible para Panamá. Sería mucho peor que el riesgo que podrían suponer firmar acuerdos de esta naturaleza.
El sistema financiero se ha ido adecuando a los cambios que han ido sucediendo en el mundo. En diferentes momentos se ha hablado de la eventual salida de capitales y ha sucedido lo contrario. Con el Fatca de Estados Unidos no ha pasado nada. Continúan americanos llegando a abrir cuentas.
En el corto plazo pudiera haber algunos depósitos que se muevan de Panamá, pero no sé dónde van a ir porque esto no es algo que le exijan a Panamá solo. Panamá era el único centro internacional que no se había comprometido.
Estados Unidos ha empezado a decir que vamos a legislar sobre el tema de las sociedades offshore. En la medida que logremos que todos estemos al mismo nivel, no creo que el impacto vaya a ser mucho.
Así como el sistema financiero ha ido cambiando, el sistema legal panameño, los bufetes de abogados, también tienen que hacer los cambios necesarios para asegurarse de que su modelo es transparente, que conocen al beneficiario, que conocen qué utilización se está haciendo de las empresas en las que ellos están representados como agentes residentes, porque esas son las tendencias modernas. La realidad del mundo hoy en día es diferente y uno tiene que ir adecuando los modelos a esta realidad sin perder las ventajas competitivas que tu modelo te da.
El camino que ha tomado el Gobierno es el prudente: hacer los cambios para ser una parte relevante en el mundo y tener un centro financiero internacional. La otra opción sería muchísimo más costosa para el país.
