Los arquitectos de Société Générale están dando los toques finales a un flamante edificio a horcajadas de una autopista en La Défense, el distrito financiero de París, diseñado para albergar a más de 3 mil empleados del área de mercados.
La etapa final de construcción de la estructura con fachada de vidrio de unos 43 mil metros cuadrados (462 mil 848 pies cuadrados) con un costo de 250 millones de euros ($321 millones), llamada Basalte, coincide con las tratos del banco con los sindicatos relativos a los recortes de empleo más grandes en su unidad de banca corporativa y de inversión.
Concebido en 2008 como un recinto de operaciones bursátiles de gran visibilidad, el edificio constituye un sombrío telón de fondo para los recortes de empleos implementados por Société Générale, BNP Paribas SA y Crédit Agricole SA, mostrando hasta qué punto la crisis de la deuda europea está carcomiendo los ambiciosos planes que tenían los bancos franceses.
Los prestamistas con sede en París, que capearon la crisis de las hipotecas basura en 2007 con cancelaciones más pequeñas que sus rivales estadounidenses y crecieron, ahora se baten en retirada en tanto la crisis regional ingresa en su tercer año.
“Los recortes de empleos de Société Générale son un símbolo” del malestar más amplio en el universo bancario francés, dijo Olivier Godechot, sociólogo del Centro Nacional de Investigación Científica, de París, especializado en finanzas.
“Sus recortes de empleos son particularmente sorprendentes porque Société Générale es el banco líder y más innovador del mercado parisino”.
Las unidades de banca corporativa y de inversión más importantes en Francia (CIB es su sigla en francés), con ventas globales conjuntas que alcanzaron 25 mil millones de euros en 2010 ($32 mil millones), están reduciendo mil 800 empleos a nivel local. Pese a ser una fracción de las más de 200 mil pérdidas de empleo anunciadas por entidades financieras a nivel global en 2011, los recortes (aproximadamente 10% del personal CIB total de los tres bancos en Francia) son los mayores correspondientes a la actividad en el país.
Pesimismo parisino
Las reducciones acentúan el pesimismo económico en Francia, donde la tasa de desempleo se sitúa apenas por debajo del 10%.
Los planes de los bancos, entre los cuales figura reducir actividades empresariales como el financiamiento para aviones, están disminuyendo todas las ambiciones de París de reducir la brecha con Londres como gran centro financiero.
“París era el centro para la financiación de proyectos además de préstamos para la actividad aérea y naviera, y eso resultó ser muy frágil”, dijo Sofiane Aboura, profesora de la Universidad Dauphine de París.
“A París le costará recuperar el liderazgo empresarial que pierda, ya que Londres ofrece ventajas legales y fiscales para la banca corporativa y de inversión”. Las tres unidades CIB más importantes de Francia empleaban apenas un poco más de 16 mil empleados en el país antes de sus anuncios de reducción de empleos.