Tilcia Elena Delgado tdelgado@prensa.com
Arthur Andersen no es la única auditora que ha decidido buscar apoyo en los que hasta hace poco eran sus competidores. Aunque por razones diferentes, los principales socios de Ernst & Young de Panamá, liderados por José Mann, Eduardo Lee y Orlando Palma, pudieran irse con sus clientes a PriceWaterHouseCoopers.
Aparentemente, los movimientos en la firma se vienen dando desde hace unas dos semanas y han desembocado en acciones legales y precipitado la visita al país de representantes de la casa principal de Ernst & Young.
El problema pareciera tener su origen en que la consultora ya no está interesada en brindar servicios financieros, el negocio de mayor facturación en Panamá.
Tomás H. Herrera, de la firma de abogados Galindo Arias y López, representa a los posibles emigrantes, mientras que José Salvador Muñoz, del bufete Muñoz y Muñoz, representa al grupo encabezado por Judith Anguizola, quien se muestra a favor de la permanencia de los socios principales de la firma. Fue precisamente Anguizola quien notificó a Ernst & Young internacional del movimiento que se estaba gestando en Panamá. Al ser consultada al respecto, la ejecutiva dijo no estar autorizada para hacer comentarios al respecto. Lo mismo hizo José Mann. Por su parte, la casa principal de Ernst & Young señaló que no haría ningún comentario en torno a este asunto.
Todavía no se ha concretado nada, pero ya se han realizado varias reuniones entre los socios locales y los abogados de ambos grupos.
De materializarse el traslado de los socios principales con su cartera de clientes, Ernst & Young de Panamá quedaría disminuida a su máxima expresión, y sus operaciones locales no tendrían sentido. En el tapete hay un dilema de lealtad, según fuentes consultadas. Ernst & Young es la tercera firma más grande de este sector, en lo que a personal se refiere.
La situación no pinta nada fácil para aquellos que desean irse a PriceWaterHouseCoopers, en vista de que hay precondiciones que se deben cumplir para que esta última acepte a los todavía socios de Ernst & Young. Entre ellas, que no debe haber acciones legales de por medio.
El punto clave parece girar sobre quién se queda con la sociedad, que es dueña de la cartera de clientes y que también ha contratado a todos los empleados. Ernst & Young ha dicho que no tiene intenciones de irse de Panamá; lo que sí se dispone a hacer es pelear por retener su cartera de clientes.
Ernst & Young es uno de los cinco gigantes de la industria de la consultoría y auditoría. Las otras son KPMG, Deloitte & Touche, PriceWaterHouse y Arthur Andersen.
Además, tiene presencia en 31 países y una planilla de 4 mil personas. Luego del escándalo de Enron y las implicaciones de su colega Arthur Andersen, la firma decidió deshacerse de sus operaciones de consultoría, acción que fue imitada por KPMG, Deloitte & Touche y PriceWaterHouseCoopers.
