FRANKFURT, Alemania (EFE). El consorcio farmacéutico alemán Bayer ha vuelto ayer a reducir sus previsiones de beneficios, tras retirar el medicamento contra el colesterol Lipobay de Japón, único país donde el fármaco estaba disponible en el mercado.
Bayer anunció que la retirada del preparado de este país asiático, donde se comercializa con el nombre de Baycol, supondrá una reducción de 150 millones de euros en sus beneficios operativos de este año, con lo que las pérdidas por esta operación a nivel mundial ascienden ya a unos 800 millones de euros.
Según un comunicado divulgado ayer por Bayer, esta decisión ha sido tomada en interés de los pacientes, dos semanas después de retirar el fármaco de los demás mercados por presuntos efectos secundarios nocivos.
Al principio, Bayer optó por mantener el preparado en Japón, porque en ese país asiático aún no se comercializaba el principio activo gemfibrozil, cuya combinación con Lipobay/Baycol puede producir una debilidad muscular, según advierte el consorcio.
En total, hay 52 casos de fallecimientos, cuatro de ellos en España, asociados a este fármaco, pero Bayer ha negado que exista una relación causal entre las muertes y el preparado y añade que, además, había advertido de los efectos secundarios y posibles riesgos de una elevada dosis de Lipobay.
Los casos de afectados por un determinado tipo de destrucción del tejido muscular conocido como rabdomiólisis asociada al Lipobay ascienden en todo el mundo a 1.100, según un comunicado difundido hoy por Bayer, en el que se asegura que las autoridades alemanas ya conocían esta cifra desde el pasado 16 de agosto.
Las acciones del consorcio, que desde el inicio de la crisis del medicamento el pasado 8 de agosto han perdido alrededor de un 24 por ciento de su valor, caían hacia las 15:00 horas GMT de hoy en el mercado de Frankfurt un 2.18 por ciento, hasta los 34.14 euros.
Además de los riesgos económicos y el desplome en bolsa, Bayer se enfrenta a una ola de demandas judiciales, principalmente en Estados Unidos, de pacientes afectados por los efectos secundarios del fármaco.
En Estados Unidos, el número de demandas podría ascender a varios cientos y suponer el pago de varios miles de millones en concepto de daños y perjuicios para la empresa, si tienen éxito las querellas, según los expertos.
Los bufetes de abogados que llevan los casos en Estados Unidos están sopesando unir sus demandas, con el fin de lograr una presión mayor y condenas más elevadas.
