Bielorrusia endureció ayer su posición en el conflicto por el gas con Rusia, con el anuncio de que bloqueará los gasoductos en dirección a Europa occidental.
Como reacción a la reducción en un 30% del suministro de gas por parte de Rusia, el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, cerró el grifo a Europa.
Por su parte, el presidente ruso, Dmitri Medvedev, ordenó nuevas medidas de sanción.
Rusia y Bielorrusia se acusan mutuamente de incumplir los pagos por el gas, por lo cual la empresa monopólica rusa Gazprom está suministrando solo el 70% de la cantidad habitual de gas al país vecino.
Ya en el invierno (boreal) de 2009, hubo una “guerra del gas” durante semanas entre Rusia y Ucrania, que causó dificultades también en la Unión Europea (UE).
Ahora, al ser verano y estar llenos los depósitos, los expertos no creen que el conflicto tenga graves consecuencias para el bloque.