Bolivia buscará la extensión por más de dos años de un sistema de preferencias comerciales que otorga Estados Unidos al país andino por su lucha contra el narcotráfico, dijo la ministra de Producción y Microempresa boliviana, Celinda Sosa.
La ministra se reunió esta semana con legisladores y funcionarios demócratas y republicanos en la capital estadounidense para pedir la renovación del programa, que expira en febrero y que garantiza más de 50 mil empleos directos en el empobrecido país latinoamericano.
"Para Bolivia, es muy importante que sea por un tiempo más largo", dijo Sosa a Reuters por teléfono.
La Ley de Preferencias Arancelarias y Erradicación de Drogas (Atpdea, por sus siglas en inglés) garantiza la entrada de miles de productos de Bolivia, Perú, Colombia y Ecuador a Estados Unidos sin pagar impuestos, buscando crear una alternativa productiva al narcotráfico en esos países.
Perú y Colombia negociaron acuerdos de libre comercio con Estados Unidos que tomarían el lugar de esas preferencias, pero no lo hicieron Bolivia y Ecuador.
La ministra dijo que su país tiene interés en negociar un acuerdo comercial con Estados Unidos, pero no en formato de TLC.
"Hablar de TLC para nosotros es muy sensible, porque creemos que las condiciones tecnológicas no estan dadas", dijo Sosa.
"Un TLC mataría a los pequeños productores. Nosotros quisiéramos un acuerdo más equilibrado y más justo, basado en la cooperación y la complementaridad", agregó.
La renovación de las preferencias ha encontrado trabas principalmente por parte de legisladores republicanos, que buscan sustituirlas por acuerdos comerciales que abran esos mercados también a los productores estadounidenses.
Sosa recordó que las preferencias fueron creadas como reconocimiento al combate al narcotráfico por parte de los países andinos y dijo que 60% de los empleos generados por el programa está en manos de mujeres en Bolivia, lo que les permitió aumentar su participación en la economía formal.

