Las cosas fueron de mal en peor para los bonistas argentinos esta semana, luego que los efectos de un desplome global del mercado perjudicaran la demanda de un deal riesgoso que se había convertido en favorito de Wall Street.
El dolor ha sido particularmente agudo para los inversores de los bonos a 100 años del país. Su precio ha bajado a menos de 92 centésimos por dólar, desde 103 centavos a fines del año pasado, debido al nerviosismo de los traders ante las perspectivas de un aumento en las tasas de interés de Estados Unidos que causaron la venta de bonos con vencimientos a largo plazo.
Los bonos denominados en dólares del país perdieron 2.1% en los primeros cuatro días de esta semana, para completar una caída superior al 6% en el año, el peor desempeño en los mercados emergentes, según el índice EMBI Global Diversified de JPMorgan Chase & Co.
Argentina se ha visto golpeada desde varios lados. La venta masiva de acciones de EU se está expandiendo a otros mercados a nivel mundial a medida que los inversores se retiran de los activos más riesgosos.
Al mismo tiempo, el peso argentino se ha depreciado a un mínimo récord frente al dólar en medio de la creciente preocupación de que el banco central esté bajo la presión del gobierno del presidente Mauricio Macri para detener su lucha contra la inflación.
Eso está generando inquietud en la segunda mayor economía de América del Sur, donde el Gobierno necesita continuar vendiendo deuda para financiar su déficit fiscal primario.
Macri autorizó la emisión de hasta 15 mil millones de dólares en bonos en moneda extranjera en 2018. El ministro de Finanzas, Luis Caputo, ha dicho que las necesidades de financiación serán de 30 mil millones de dólares para este año, de las cuales alrededor del 40% se emitirán en moneda extranjera.
El bono a 100 años se ha vendido junto con otros títulos de deuda a largo plazo ante la preocupación de los inversionistas de que un aumento en las tasas de interés perjudicará el crecimiento económico.
“Recomendamos a nuestros clientes que vendan bonos a largo plazo y compren bonos a más corto plazo”, dijo Fernando Baer, estratega de Quantum Finanzas, una consultora liderada por el ex secretario de Finanzas de Buenos Aires Daniel Marx.
“El riesgo internacional y local persiste, con un alto déficit y una necesidad de financiación que será más costosa a futuro”, indicó.
