La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, derogó más de 50 enmiendas hechas por legisladores al firmar la ley de directrices presupuestarias del país para este año, entre ellas recortes a su emblemático programa social y una prohibición al financiamiento externo del Estado para algunos proyectos.
De acuerdo con el Diario Oficial, Rousseff firmó la llamada ley LDO la semana pasada. El Congreso aprobó las directrices el mes pasado, tras meses de disputas por el fracaso de la mandataria para cumplir con los objetivos de reducir el déficit.
Según el diario, Rousseff revocó una prohibición del Congreso relativa a la aprobación, desembolso y refinanciación de préstamos existentes o nuevos del estatal banco de desarrollo Bndes, destinados a ayudar a las empresas brasileñas a financiar inversiones fuera del país. Rousseff derogó esta medida asegurando que podría afectar la capacidad de las firmas locales.
También anuló las restricciones del Congreso sobre la forma en que podría financiarse un programa que da a las familias de bajos ingresos un sueldo mensual bajo ciertas condiciones.
