Brasil registró en 2010 un déficit histórico en su cuenta corriente de 47 mil 518 millones de dólares, informó el Banco Central.
La cifra equivale al 2.28% del producto bruto interno (PIB) de la mayor economía de Latinoamérica, y supone un incremento del déficit del 95.5% en relación con 2009.
Por tanto, el resultado de 2010 prácticamente duplicó el verificado en 2009, cuando la cuenta corriente brasileña presentó un saldo negativo de 24 mil 302 millones de dólares, equivalente al 1.52% del PIB.
En valores nominales, se trata del mayor déficit en la cuenta corriente brasileña registrado desde 1947, cuando comenzó a computarse en forma sistemática el dato. En tanto, el pago de intereses de deudas externas sumó 9 mil 682 millones de dólares en 2010.
Por su parte, las transferencias de lucros y dividendos realizados por las empresas multinacionales instaladas en Brasil llegaron a 30 mil 375 millones de dólares en 2010, superior a los 25 mil 218 millones de dólares registrados en 2009.
El balance de las cuentas corrientes constituye uno de los principales indicadores del sector externo de un país, y es resultado de la cuenta de la balanza comercial (exportaciones menos importaciones), de los servicios y de las rentas.
La principal explicación para el déficit mencionado, según analistas, es el crecimiento de la economía nacional, estimado en más del 7.5% en 2010, sumado a la baja del dólar.
Esos factores elevaron el volumen de transferencias de lucros y dividendos, lo cual, sumado al crecimiento de las importaciones, incrementaron el saldo negativo.
La cartera de inversiones saltó a 53 mil 300 millones de dólares en 2010 desde 47 mil 100 millones de dólares en 2009, una señal de que Brasil también depende de inversión extranjera en capitales, que tiende a ser más volátil.

