La Comisión Europea (CE) propondrá la semana que viene a los gobiernos de la Unión Europea (UE) el establecimiento a escala europea de salvaguardas para proteger activos y redes energéticas de inversiones extranjeras que puedan tener una finalidad no comercial. El presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso, anticipó que la iniciativa figura dentro del esperado paquete energético que el Ejecutivo de la UE tiene previsto adoptar el próximo miércoles. "Vamos a proponer a los estados miembros algunas medidas para defender la economía europea de acciones emprendidas por intereses no europeos que puedan ir en contra de los objetivos de nuestro mercado interior", manifestó. Durao Barroso no quiso señalar a ningún país, ni a ninguna empresa extranjera, aunque fue preguntado en particular por Rusia y su gigante energético Gazprom.
"Debemos tener los instrumentos para defender nuestro mercado interior como tal, sin ser ingenuos", dijo y defendió que las medidas se tomen a escala europea y no nacional.
"Si la CE tiene un buen historial de defensa del mercado interior frente al intervencionismo de algunos de nuestros estados miembros, también tendríamos que poder defenderlo del intervencionismo de terceros, que pueden utilizar nuestro mercado para promover intereses no comerciales", explicó el presidente de la CE.
Barroso no quiso entrar en detalles, porque el trabajo preparatorio aún no ha terminado. Uno de los puntos que suscitan todavía debate dentro de la Comisión es cómo apreciar el supuesto "interés no comercial" de una compañía extranjera. El presidente de la CE recordó haber hablado personalmente con el presidente ruso, Vladimir Putin, de la incoherencia que supone que él reclame para las empresas rusas el acceso a los activos y redes europeos, pero se impide a los europeos ese acceso en Rusia. Lo que Bruselas defiende en este caso no es una reciprocidad defensiva, sino activa e incluso agresiva.
