Entre guerras civiles, huracanes y desastres naturales la región ha avanzado en su integración, al negociar conjuntamente tratados comerciales, profundizando esfuerzos por unificar sus aduanas y creando instituciones regionales. Y mientras tanto, Panamá se mantiene a una tímida distancia, únicamente con una participación política.
El país canalero ha tenido por años una crisis de identidad. Es geográficamente centroamericano, históricamente suramericano y culturalmente caribeño. Pero en la práctica, por su economía sui generis y su Canal, se ha convertido en una especie de isla en un continente conformado por bloques regionales.
A finales de junio, en la Cumbre del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), los países del CA-4 (Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua) se comprometieron a crear una unión aduanera para finales del 2004, que permita el libre tránsito de personas y mercancías. Esta es una condición no negociable para un futuro acuerdo de libre comercio con la Unión Europea.
Este fin de semana, los cuatro países centroamericanos definieron en San Salvador un plan de acción para desparecer sus fronteras, con la ausencia notoria de Panamá y Costa Rica.
La Unión Europea, por su parte, sigue muy de cerca el avance del proceso de integración centroamericana y en Panamá, está muy pendiente de las decisiones que en la materia tomará el nuevo presidente, Martín Torrijos.
Esperamos que la nueva administración defina su política de relaciones exteriores y comerciales con la Unión Europea (UE), dijo el delegado de la UE para Costa Rica y Panamá, Tomás Abadía, quien ve como una buena señal la reciente gira que realizó Torrijos al Antiguo Continente.
Invitamos a Costa Rica y a Panamá a practicar políticas de convergencia con la región, ya que la unión aduanera abre caminos concretos para una negociación comercial con Europa, subrayó el delegado.
Como preámbulo a la evaluación que en octubre próximo hará la Unión Europea al proceso de integración regional, Abadía recalcó una vez más que no será posible un acuerdo bilateral Unión Europea - Panamá, sino uno de región a región con el arancel externo común de cada bloque.