Chile saldrá a "cazar" millonarias inversiones de firmas sudamericanas, aprovechando que será el único país del mundo en tener acceso con arancel cero a China, la Unión Europea (UE) y Japón, además del Mercosur y Centroamérica, entre otros mercados.
Los chilenos, que eliminaron su deuda pública de corto plazo y acumularon excedentes fiscales por 11 mil millones de dólares el último año, esperan que empresas de Colombia, Perú, Brasil y Argentina se instalen en el país, como ya comenzaron a hacerlo compañías bolivianas.
"Existe un alto interés en empresarios de esas naciones en utilizar a Chile como plataforma para sus operaciones globales", reveló Carlos Fürche, director general de Relaciones Económicas Internacionales del Gobierno.
La estrategia considera profundizar los lazos comerciales e inversores con la Comunidad Andina, ampliar el acuerdo con el Mercosur a la venta servicios y dar facilidades para el cumplimiento de normas.
La diplomacia de Santiago desea unificar los requisitos que rigen a nivel regional, al tiempo de negociar con los principales mercados del mundo la posibilidad de "acumular origen".
O sea, que las empresas latinoamericanas que se instalen en Chile puedan sumar a la certificación final de origen, lo que eventualmente manufacturaron en su país.
