SANTIAGO de Chile (AFP). A diferencia de otros países latinoamericanos que no se recuperan de la crisis económica, Chile tiene previsto entrar al club de los países desarrollados en el año 2010.
Sin embargo, para ello, deberán cumplirse las metas del presidente Ricardo Lagos, que hace una semana selló una alianza política y económica con la Unión Europea.
En dos semanas, la Casa Blanca mencionó a los chilenos como una isla de estabilidad y progreso económico en América Latina y el Senado estadounidense respaldó la víspera la vía rápida para los pactos de libre comercio que el presidente George W. Bush tiene en mente, a la cabeza de los cuales puso el entendimiento con Chile, propuesto por Bill Clinton hace 12 años.
El acuerdo con la Unión Europea (UE) para reducir desde ya las tasas aduaneras a cero, suscrito la semana pasada en Madrid por el presidente Ricardo Lagos y los 15 gobernantes europeos, debe generar 200,000 nuevos empleos chilenos y sumar 1,500 millones de dólares al comercio bilateral en cinco años, según las cuentas de Santiago.
Como yo me siento algo chileno, estoy feliz, comentó el mandatario brasileño Fernando Henrique Cardoso, junto a los pares latinoamericanos que acompañaron a Lagos en España.
Chile mantiene un déficit fiscal en torno al 1% del producto, bajo endeudamiento público en el extranjero, reservas para un año de importación, exportación diversificada y no atada a un mercado, balanza de pagos ligeramente negativa y no ha cesado de recibir inversión externa aún en los peores momentos de las crisis en América Latina.