En un nuevo esfuerzo por disipar la ansiedad que rodea a la ralentización de la economía de China, el gobernador del banco central dijo que el país puede alcanzar su objetivo de crecimiento oficial para este año y que Pekín no necesita devaluar su moneda para impulsar las decaídas exportaciones.
Las palabras de Zhou Xiaochuan, durante una conferencia de prensa, forma parte de la campaña de relaciones públicas de alto nivel desplegada por Pekín para tranquilizar a los mercados internacionales sobre la estabilidad de la segunda economía del mundo tras una época de turbulencias en los mercados y en las divisas.
Zhou expresó su confianza en que China alcanzará su objetivo de crecimiento oficial, que el gobierno del Partido Comunista rebajó del 7 al 6.5% tras el “casi 7%” registrado en 2015. El crecimiento alcanzó el año pasado a su mínimo de 25 años con un aumento del 6.9%, aunque sigue estando entre los más altos del mundo.
El crecimiento económico se ha ido desacelerando de forma constante en los cinco últimos años mientras Pekín pone en marcha esfuerzos maratonianos para impulsar la demanda interna y reducir su dependencia de un modelo agotado basado en el comercio y la inversión.
