Shanghai, el corazón económico y financiero de China, inauguró ayer, sábado, la primera fase del puerto de aguas profundas de Yangshan, destinado a convertirse en la mayor terminal de contenedores del planeta.
Esta primera fase consta de cinco amarraderos en aguas profundas, con capacidad de movilizar 2.2 millones de TEU anuales (unidad de medición estandarizada de contenedores de 6.25 metros).
Esto convierte a Yangshan en el mayor puerto del país, y cuando esté completo, hacia 2020, será con diferencia el mayor del planeta en mercancías, con una capacidad anual de más de 13.4 millones de TEU.
Esta mañana, una multitudinaria ceremonia, con cientos de trabajadores uniformados en formación y decenas de periodistas, fue presidida ante los primeros atracaderos del puerto por el alcalde de Shanghai, Han Zheng, junto a oficiales de la marina y el ejército chinos y otras autoridades municipales y portuarias locales.
Bautizado como Centro Internacional de Buques de Aguas Profundas de Yangshan, el puerto se encuentra a una treintena de kilómetros de la metrópoli, cerca de la desembocadura del Yangtsé, uno de los ríos más transitados del mundo, y al norte de la bahía de Hangzhou.
Situado sobre un pequeño archipiélago cercano a la costa shanghainesa, al que está vinculado por el puente Donghai , el puerto se encuentra al final de una autopista de seis carriles y 27.5 kilómetros de largo, que atraviesa el mar hasta la isla de Yangshan en menos de veinte minutos.
La primera parte de la terminal, que ya acogió a su primer buque el pasado 30 de noviembre, permitirá atracar en sus aguas de más de 15 metros de profundidad a cargueros "super-panamax" con más de 8 mil contenedores a bordo (en aguas poco profundas no navegan barcos con más de 3 mil unidades).
