Los productores de soja de las provincias del noreste de China obtendrán mayores subsidios que los productores de maíz este año, en momentos en que Pekín avanza con su política fijada en 2017 de reducir sus enormes existencias de maíz, dijo ayer el gobierno.
Los inventarios de maíz en China alcanzaron alrededor de 250 millones de toneladas el año pasado, un legado de su sistema de acumulación de casi una década que recién fue abandonado en 2016.
Pekín otorgará más subsidios a los productores de soja que a los de maíz en las provincias de Liaoning, Jilin, Heilongjiang y Mongolia Interior, indicó el Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales en un documento publicado en su sitio web.
China incluyó la reducción de la superficie cultivada de maíz y el aumento de la de soja en un plan a cinco años emitido en 2016, como parte de los esfuerzos del gigante asiático para reformar el sector agrícola más grande del mundo.
Los agricultores también recibirán subsidios del gobierno para rotar sus plantaciones y dejar algunas tierras en barbecho. Dichos subsidios cubrirán 30 millones de mu (2 millones de hectáreas) de tierras este año, señala el documento, sin dar más detalles sobre los subsidios.
China comenzó a otorgar subvenciones en 2016 para alentar a los agricultores en el noreste a rotar sus plantaciones de maíz con otros cultivos, también dentro del impulso para reequilibrar las existencias de granos.
Además, Pekín dará subsidios a los agricultores para comprar maquinaria y equipo agrícola en áreas que incluyen riego y siembra, y a aquellos que tratan desechos de animales y usan fertilizante orgánico en el cultivo de vegetales y frutas, entre otros, añadió el comunicado.
Estados Unidos exporta a China casi un tercio de su producción de soja; lo cual equivales a unos 14 mil millones de dólares, según datos oficiales chinos.
Mientras, el mercado del maíz sigue reaccionando a la reducción de las estimaciones de superficies cultivadas en Estados Unidos.

