Con editoriales entusiastas, películas antiestadounidenses y canciones sobre la guerra comercial, China trata de atizar el patriotismo de su población en un contexto de ataques a todos los niveles de Estados Unidos (EU) y de deterioro de las relaciones bilaterales.
El conflicto comercial, contenido hasta la fecha, se transformó en un enfrentamiento verbal abierto desde que la semana pasada, la administración de Donald Trump colocó al gigante de las telecomunicaciones Huawei en una lista de empresas sospechosas de espionaje a cuenta de Pekín.
La decisión veta la venta de tecnología estadounidense a la compañía china y pone en riesgo su supervivencia. Las negociaciones comerciales, por su parte, no se reanudaron, en tanto ambas potencias siguen enfrentándose a golpe de aranceles. China y Estados Unidos atravesarán un largo periodo de conflicto irracional, advirtió por su parte Zhang Yansheng, investigador del Centro Chino de Intercambios Económicos Internacionales (Cciee), un grupo de reflexión semioficial.
Durante este proceso, etapa tras etapa, [...] terminarán por entenderse, por hacerse frente y, [por último] por cooperar, consideró durante un encuentro con la prensa en Pekín, organizado por el gobierno.
Desde que Donald Trump aumentó los aranceles a mediados de mayo para los productos chinos, sobre unos 200 mil millones de dólares en importaciones anuales, el Diario del Pueblo, periódico del Partido Comunista Chino (PCC), ha publicado cada día una sección titulada “Voz de alarma”.
En ésta, el rotativo busca desmontar los argumentos del mandatario estadounidense, que defiende que el desarrollo económico y tecnológico de China amenaza a Estados Unidos.

