La compañía mexicana Coca-Cola Femsa, la segunda embotelladora de productos Coca-Cola en el mundo, dijo ayer que está usando jarabe de maíz de alta fructosa en vez de azúcar en parte de su producción, lo que podría desatar las protestas del sector azucarero.
Conocida como KOF, la embotelladora también ha ganado un amparo para evitar pagar impuestos especiales "exorbitantes" si utiliza jarabe de maíz de alta fructosa para hacer refrescos, dijo el director de Finanzas, Héctor Treviño, en una conferencia telefónica con analistas.
El Congreso de México aprobó un impuesto de 20% sobre el uso de fructosa en la producción de refrescos desde enero del 2002, para proteger la industria nacional del azúcar.
Las embotelladoras mexicanas optaron por el azúcar para evitar pagar el impuesto, lo que golpeó a la industria local del endulzante y paralizó las importaciones de este producto, pero el aumento de los precios internos del azúcar ha forzado a las embotelladoras a mirar otra vez al jarabe.
En un mercado con altos precios de azúcar y protegida por su amparo en los tribunales, KOF comenzó a usar una pequeña cantidad de jarabe de maíz en el cuarto trimestre del año pasado, lo que le permitió ahorrar hasta 1.5 millón de dólares.
Treviño dijo que era difícil pronosticar cuánta fructosa usaría KOF en el 2005, en parte porque es un tema políticamente delicado.
La industria mexicana del azúcar es uno de los sectores que genera más empleos en el país, con trabajadores muy politizados en todo el espectro, desde cortadores y productores de caña hasta trabajadores de ingenios.
El uso de jarabe de maíz de alta fructosa, sobre todo si es importado, podría encender los sentimientos nacionalistas.
Las huelgas y las protestas de los trabajadores de la industria del azúcar no son cosa extraña.
"La diferencia en el precio entre el jarabe de maíz de alta fructosa y la caña de azúcar es de alrededor de 12% a 14%", dijo Treviño.
"Obviamente con ese diferencial de costo intentaremos usar lo más posible y obviamente teniendo en cuenta el efecto que podría tener en el frente político", agregó.
"Si tuviéramos la libertad total de usar jarabe de maíz de alta fructosa probablemente usaríamos alrededor de 30% a 35% (de las necesidades de endulzante), pero eso es asumiendo que tuviéramos la libertad total en ese frente y no la tenemos", sostuvo el directivo Héctor Treviño.

