PENONOMÉ, Coclé. -Por varias razones, la cría de conejos resulta un buen negocio.
En primer lugar, son animales que se reproducen rápida y masivamente. Una hembra puede parir hasta 48 conejos al año y de ocho a 13 animales en un parto.
La carne de conejo es muy valorada en restaurantes y parrilladas.
Como valor agregado, los conejos se pueden vender como mascotas.
Son animales que no requieren de tantos cuidados y atenciones.
Alex y Gladis Gómez, una pareja de esposos residentes en El Jaguito de El Roble de Aguadulce, en la provincia de Coclé, son testigos de lo rentable que es criar conejos.
Desde hace más de 10 años ellos se dedican a la ceba de conejos para comerciar su carne o para venderlos como mascotas.
Casi la totalidad de los conejos que se venden en los almacenes Melo y Cia. provienen de la finca de los esposos Gómez, propietarios de Cunícula Kathy.
Parte del alimento que consumen las águilas arpías que se crían en cautiverio en el área de Clayton sale de la empresa de los Gómez, quienes suministran los conejos que se comen las gigantescas aves.
En la cría de conejos la pareja ha encontrado un medio adicional para ganarse la vida honradamente.
Los ingresos de la familia por el desarrollo de esta actividad oscilan entre los 800 y mil dólares mensuales.
Y es que un conejo por pequeño que sea se vende a cuatro dólares; los más grandes pueden llegar a costar hasta 25 balboas, dependiendo del tamaño y el tipo.
En un área de 2,200 metros, los propietarios de Cunícula Kathy crían diferentes clases de especies de conejos.
Tienen el chinchilla, muy llamativo por la variedad de sus colores; el tipo mariposa, que es de color blanco con manchas negras, ideal para mascota.
Los Gómez también tienen conejos enanos y de la especie angora, traídos desde Costa Rica.

