La 'Ultima Edición' está totalmente vendida. Había listas de espera en todas las agencias, afirmó a EFE el gerente de prensa de Volkswagen México, Luis Miguel Briones.
El portavoz señaló que muchas unidades fueron compradas antes de que se terminaran de producir, el pasado 30 de julio, pero no todas han sido entregadas a sus dueños.
Ese día, el último escarabajo, el 3 mil del modelo de colección y el número 21 millón 529 mil 464 de los que se fabricaron durante casi 70 años en 20 países, incluyendo Brasil y México en América Latina, emprendió viaje a Wolfsburg (Alemania) para ser exhibido en el museo del automóvil que Volkswagen tiene en esa ciudad.
La despedida fue con flores con los colores de la bandera mexicana (verdes, blancas y rojas) y al son de mariachis, que le entonaron la canción Las golondrinas, tradicional para decir adiós a quienes se quiere en México.
La compañía, sin embargo, continuará produciendo la nueva versión del escarabajo, que ha encontrado una buena recepción.
Las últimas unidades del viejo escarabajo (conocido como vocho en México, fusca en Brasil y kafer en Alemania) fueron armadas en la planta que la compañía alemana posee en Puebla, al sur de la capital mexicana, desde 1964.
Se trata de una exquisita producción para coleccionistas que devolvió al escarabajo sus años de gloria, los 50, cuando llegó a América y cuando este automóvil estuvo al alcance de la mano de la clase media de todo el mundo.
Azul acuario o beige luna, con molduras del metal cromo en el maletero, los costados, las defensas y los espejos laterales, así como con llantas blancas y una guantera con el emblema Ultima Edición, son algunos de los detalles que le dieron el aire nostálgico y retro.
El precio de esta joyita fue de 84 mil pesos (unos 8 mil dólares) cada uno, solo mil dólares más de lo que cuesta uno normal, a pesar de que el de colección posee avances tecnológicos nunca antes incorporados a este automóvil, como un sistema de audio para discos compactos y otro contra el ruido.
México era el único lugar donde se fabricaba el escarabajo desde que Brasil dejó de producirlo en 1996. Alemania no lo armaba desde 1978.
Pero la producción de la planta de Puebla era solo para satisfacer una cada vez más menguada demanda interna, ya que desde hace años no se exportaba.
Con una meta de apenas 14 mil 500 para este año y con solo 4 mil 200 en los cuatro primeros meses, la compañía decidió anunciar el fin del modelo.
