Bear Stearns Cos., el quinto banco de negocios de Estados Unidos (EU), está tratando de vender los tramos más arriesgados de las titulizaciones de deuda a los fondos de pensiones de funcionarios.
En una presentación de la entidad ante 50 gestores de fondos de pensiones de empleados públicos, la directora gerente de Bear Stearns, Jean Fleischhacker, dijo recientemente que podrían conseguir unos retornos del 20% anual con los tramos inferiores de las denominadas emisiones de obligaciones de deuda colateralizada (CDO, en inglés).
"Tienen un alto grado de rentabilidad", dijo Fleischhacker en el evento. "Creo que mucha gente está confundida sobre este producto y sobre cómo funciona".
Las ventas mundiales de CDO -que son paquetes de bonos, préstamos o permutas sobre riesgo crediticio- alcanzaron 503 mil millones de dólares el año pasado, cinco veces más que en 2003.
Los ejecutivos de la banca de inversión se refieren a las secciones de menor categoría de una CDO, aquellas que entrañan mayor riesgo de pérdidas por impago, como equity tranches o tramos patrimoniales. También las califican de ‘basura tóxica’, porque cuando más tomadores de créditos incumplen sus obligaciones, estas inversiones son las primeras en arrojar pérdidas.
Fleischhacker, de 45 años, dice que ella no asocia la basura tóxica a esos tramos de riesgo que vende. Los fondos de pensiones en Estados Unidos han comprado esos tramos de las CDO para tratar de aumentar las rentabilidades.
Muchos fondos de pensiones, que por otra parte tendrán que atender a un creciente número de pensionistas, están todavía resintiéndose de las inversiones que se malograron después que las acciones tecnológicas llegaron a su apogeo en marzo de 2000.
Los gestores de fondos compran esos tramos de mayor riesgo aún cuando éstos no reciben nunca una calificación crediticia por Fitch Group Inc., Moody's Investors Service o Standard & Poor's.

