El Gobierno de Colombia da unas semanas de plazo al gigante farmacéutico Novartis para que rebaje el precio de un popular medicamento contra el cáncer o verá cómo se rompe su monopolio en la producción del producto y se abre la competencia a rivales genéricos.
Las declaraciones del ministro colombiano de Salud, Alejandro Gaviria, en una entrevista el martes son las contundentes hasta la fecha en una creciente disputa pública con la mayor farmacéutica del mundo, que podría sentar un precedente para que países con ingresos medios puedan contener el aumento de los precios de medicamentos complejos.
Memorandos elaborados por la embajada de Colombia en Washington, filtrados la semana pasada a un grupo sin ánimo de lucro, describen una intensa presión a Bogotá, firme aliado de Estados Unidos, desde la industria farmacéutica y sus aliados en el Congreso estadounidense.
