El panorama para la cumbre ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) sigue siendo sombrío. Estados Unidos y la Unión Europea han polarizado las negociaciones agrícolas sin que existan señales de que puedan llegar a un punto común para salvar la Ronda de Doha que d el 13 al 18 de diciembre reunirá a miles de ministros y jerarcas comerciales del mundo en la ciudad de Hong Kong.
Los países en desarrollo como Panamá esperan ser escuchados y que sus propuestas sean aceptadas sobre las pautas del proceso de liberalización mundial del comercio. Con este fin, Stif Aparicio, jefe de negociaciones comerciales de Panamá, se prepara para exponer la postura panameña y defender los intereses agrícolas y de bienes industriales del país.
Subsidios agrícolas
En lo que respecta el tema más álgido de la reunión– el sector agrícola– Panamá se ha aliado a dos grupos, el G-33 y el grupo de los productos tropicales. El G-33 ha propuesto la creación de salvaguardas especiales para los países en desarrollo que permitan que la reducción arancelaria requerida sea la más pequeña posible.
"Lo que se busca es crear mecanismos que permitan que los países en desarrollo tengan medidas de protección de cara la apertura comercial", explicó Aparicio, antes de empacar su maletín para Hong Kong.
Mientras tanto, el campo del grupo de los productos tropicales propone la eliminación de todas las barreras comerciales para esta categoría, entre ellos productos como la piña, sandía, melón y el banano.
La posición de Panamá coincide con la mayoría de los países en desarrollo en los tres temas más conflictivos que mantienen estancadas las negociaciones agrícolas: subsidios a las exportación, ayudas internas, y recorte de aranceles. La postura panameña es de impulsar la eliminación de los subsidios a la exportación y la reducción "más amplia posible de las medidas de apoyo internas de los países desarrollados", incluyendo a Estados Unidos y la Unión Europea, señaló Aparicio.
Estados Unidos plantea la eliminación de los subsidios agrícolas a la exportación de forma total y que las medidas de apoyo internas se reduzcan en un 60%, lo que aplicaría principalmente para los países desarrollados.
La Unión Europea, que depende más fuertemente de los subsidios de exportación para impulsar la competitividad de su trigo, azúcar y lácteos, contrastaba con esta posición en la ronda de Cancún en 2003. Pero desde entonces ha cambiado su posición y dice que eliminará estos subsidios para el 2010. Sin embargo, la postura Europea sigue siendo la más defensiva en el tema agrícola.
En cuanto a acceso a mercado, Panamá espera que se apruebe un tratamiento diferenciado o especial para que la reducción arancelaria de los países más pobres sea menos acelerada que el de las naciones desarrolladas. Este concepto ya fue aceptado dentro de la negociación, pero aún no está claro, dijo Aparicio.
Bienes industriales
El panorama de bienes industriales sigue siendo complicado. La mayoría de los países prefiere no hacer concesiones en este campo si los países en desarrollo no ceden en sus ofertas agrícolas.
También en este tema, Panamá apoyará un tratamiento especial y diferenciado para los países en desarrollo, particularmente con respecto al nivel del compromiso de reducción de los aranceles consolidados.
En el seno de la OMC se está promoviendo una desgravación arancelaria más acelerada de los productos "ambientales", aquellos que son favorables para el medio ambiente, para impulsar una mayor comercialización de estos.
El comercio de bienes manufacturados alcanzó 5.4 mil millones de dólares en 2003 y representó el 76% de las exportaciones de los países en vías de desarrollo, según cifras de la OMC.





