Para muchos, la compra de una vivienda es la inversión de su vida; es el cimiento sobre el que se construyen ilusiones y proyectos que arrancan o se consolidan. Sin embargo, en ocasiones, se torna en una experiencia frustrante. Este es el caso de algunos clientes del proyecto 7400, que la promotora Procasa desarrolla en San Francisco.
Su dolor de cabeza se ha concentrado en tres puntos: la entrega tardía del proyecto, el aumento del precio final de la vivienda y una supuesta diferencia de metraje entre lo que se vendió y lo que se inscribió en el Registro Público.
“El proyecto iba a ser entregado a finales de 2007. Luego dijeron que se iría a marzo de 2008; luego junio, más adelante diciembre”, señaló Luis Manuel Hernández, uno de los 100 propietarios afectados.
Elías Mizrachi, gerente de Ventas de Procasa, dijo que es difícil que se prometiera la fecha de entrega en diciembre de 2007, ya que los permisos de construcción se obtuvieron entre septiembre y octubre de 2006, y el contrato dice que la construcción se llevará a cabo en un plazo de dos años, que se pueden prolongar. Sí reconoce que sufrieron un retraso por un accidente que obligó a parar los trabajos, pero no que haya un año de retraso.
El contrato entre promotora y cliente, al que ha tenido acceso La Prensa, dice que la construcción del edificio “iniciará a más tardar el 30 de noviembre de 2005, aproximadamente”.
Según el propietario Rodrigo Ramírez, cuando él firmó el contrato en agosto de 2006, ya había iniciado la construcción. “Eso nos dio confianza de que el proyecto iba a ser construido y, por ello, pagamos un plus”, dijo.
Mizrachi explicó que antes de recibir el permiso de construcción definitivo, se pueden iniciar los trabajos con uno temporal, pero que la referencia se marca con la expedición del definitivo.
Los clientes dijeron que reclamarán a la empresa el gasto que han tenido en alquiler. Mizrachi contestó que no contemplan asumir ese costo, y aclaró que la empresa es la primera interesada en entregar los apartamentos, pero que hay factores que se le escapan.

