Takafumi Horie, el empresario estrella y fundador de Livedoor que se hizo famoso por su estilo contrario al convencionalismo del mundo de los negocios japonés, fue condenado ayer a dos años y medio de cárcel por fraude contable.
Horie, que durante sus años de estrellato se convirtió en un modelo para los jóvenes empresarios de Japón por su estilo rompedor con el conservadurismo imperante, ejerció un papel principal en el falseamiento de las cuentas de su empresa, según el juzgado que lo condenó ayer.
El veredicto del juez considera probado que Horie participó en la ejecución de un artificio contable gracias al cual la empresa transformó 300 millones de yenes (2.5 millones de dólares) de pérdidas en 5 mil millones de yenes (42.8 millones de dólares) de beneficios para aumentar el valor de las acciones de la compañía en bolsa.
Por su parte, Horie, de 34 años, volvió ayer a declararse inocente, tal y como lo ha hecho durante todo el proceso, que comenzó en enero del año pasado, y apeló la sentencia de inmediato.
Según la agencia japonesa Kyodo, la condena de dos años y medio es inusualmente dura para un delito que contraviene las leyes que regulan los mercados financieros en Japón.
No obstante, el diario financiero Nikkei respaldaba en un artículo de opinión, publicado ayer en su edición digital, la decisión del juez.
