El mundo empresarial de hoy se caracteriza por reconocer la importancia de los activos intangibles para crear valor a los negocios.
Es ya conocido que el capital intelectual de un negocio, su reputación, el valor de la marca o el capital social constituyen ejes fundamentales de creación de valor para una empresa.
La crisis de Samsung con el Galaxy Note 7 o el negativo escrutinio público que sufrió Volkswagen por la manipulación de emisiones demuestran cómo estos activos protegen valor y permiten una rápida recuperación, tras una crisis tal como pasó en estos casos, gracias al respaldo que reciben las empresas de sus distintos stakeholders, algo que difícilmente una empresa con mala reputación podría lograr.
De hecho, tanto Samsung como Volkswagen han figurado entre las empresas con mejor reputación en el mundo durante los últimos años, según el Global RepTrak 100 elaborado por el Reputation Institute.
Recientemente, Brand Finance presentó los resultados de un estudio titulado Global Intangible Financial Tracker 2016. Este informe, elaborado en colaboración con el Chartered Institute of Management Accountants y el Institute of Practitioners in Advertising, analiza anualmente cómo fluctúa el valor de los activos intangibles en los mercados de valores mundiales. Los resultados de este año tienen en cuenta a más de 57 mil compañías de más de 160 jurisdicciones.
El informe destaca el crecimiento del porcentaje del valor que representan los valores intangibles en las empresas de todo el mundo a pesar de su volatilidad, debida a los cambios en las opiniones de los inversores.
En concreto, y según los resultados de esta edición, los activos intangibles representan casi la mitad del valor total de las organizaciones mundialmente (47 %).
Según el presidente de Brand Finance, “para tener éxito tanto en el corto como en el medio y largo plazo, las organizaciones necesitan reportar mejor sobre sus activos intangibles”, pues algunos de ellos como la satisfacción del cliente, la calidad de los procesos de negocio, las relaciones con los clientes, el compromiso de los empleados y la reputación de las marcas son clave en la toma de decisiones que crean y preservan el valor de las organizaciones.
PWC, una firma de consultoría que cuenta con amplia experiencia en la materia, destaca que los intangibles son vehículos idóneos que permiten proteger una ventaja competitiva sostenible pudiendo, a través de una explotación avanzada de los mismos, incidir en la estrategia de una compañía y generar nuevas vías de ingresos.
Un reto importante para las empresas actuales es identificar las áreas de creación de activos intangibles y gestionarlos con el mismo ímpetu que se le asigna a los activos intangibles y entender que cada activo intangible cuenta con características propias para su desarrollo y creación de valor.
La mayoría de los activos intangibles no se decreta o se compra, sino que se desarrolla en el tiempo, lo cual hace de ellos verdaderas ventajas competitivas.
Estamos en una era postindustrial en la que la mayor parte del valor comercial de las empresas no está en sus fábricas, sus equipos, el producto o en el capital.
Hoy en día, la ventaja competitiva sostenible está en activos que no se ven, ni huelen, ni se pueden tocar, pero que constituyen las claves para el desarrollo de los negocios en el mercado.
El autor es consultor en comunicación estratégica
