La escalada de los precios de la energía y los productos básicos, la desaceleración económica global y la fortaleza del euro, reducirán el crecimiento económico de Francia al 1.6% este año, proyectó la oficina de estadísticas francesa INSEE.
En su última proyección trimestral, el INSEE dijo que el crecimiento económico de Francia se moderaría a sólo el 0.2% en el segundo trimestre y se estancaría totalmente en el tercero, antes de repuntar al 0.2% en el cuarto.
Su expectativa para el crecimiento del producto interno bruto (PIB) en todo el año, de 1.6%, es menor que la de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, que este mes anticipó una expansión del 1.8%.
También está debajo de la proyección del Gobierno, de un crecimiento de entre 1.7% y 2% y aumenta el creciente problema para el presidente Nicolás Sarkozy, quien enfrenta cada vez más protestas contra la escalada de los costos de los alimentos y el combustible.
El primer ministro Francois Fillon dijo que la proyección del INSEE era, “extremadamente pesimista. Yo soy razonablemente optimista, hay un ambiente mundial que es difícil pero tenemos reservas de productividad que nos permitirán alcanzar nuestras metas de crecimiento”, dijo en conferencia de prensa en Meaux, cerca de París.
La inflación de Francia armonizada por las normas europeas llegará a su mayor nivel desde que el país adoptó el euro, de acuerdo con las proyecciones del INSEE, apuntando a una subida anual de 3.9% en junio y 3.6% promedio para 2008.
