Las refinerías de la costa del Golfo, que gastaron miles de millones en los últimos 20 años en plantas destinadas específicamente al procesamiento de crudo alquitranado barato de Venezuela, comienzan a recurrir al crudo liviano estadounidense.
Hace mucho que Venezuela ofrece a las refinerías de Estados Unidos la opción más conveniente, un crudo de bajo costo que puede transportarse con facilidad desde un país cercano.
El resultado fue que las refinerías se crearon o mejoraron con equipamiento especializado –las llamadas unidades de coqueo e hidrocraqueadores- que facilita el procesamiento de un petróleo tan pesado.
Ahora que Venezuela enfrenta sanciones que podrían interrumpir el acceso a su petróleo, las refinerías de EU idean formas de incorporar crudo estadounidense como solución disponible de último recurso. Datos de EU que siguen la densidad del crudo utilizado por las refinerías indican que este se ha vuelto más liviano mes a mes hasta mayo, cuando el nivel fue el más liviano en 26 años.
Al mismo tiempo, el descuento del petróleo venezolano en relación con el shale (lutita) de EU se redujo a apenas $1.34 para el 8 de septiembre, mientras que era de $7.80 a finales de 2016.
