El agobiante calor originado por las altas temperaturas de la temporada seca y un aumento de clientes incrementó la demanda de energía a 1,801 megavatios (MW) el pasado lunes 1 de abril a las 3:00 p.m.
Cuando comenzó la temporada seca en enero pasado, el pico de la demanda de energía era de 1,665 megavatios. Es decir, que en tres meses ha habido un incremento de 136 megavatios en la demanda de energía eléctrica en el país.
Además del encendido de los acondicionadores de aire por el calor, también hay un incremento de consumidores residenciales, algunos comerciales y clientes con mayor requerimiento, como la línea 2 del Metro de Panamá, que ya está en periodo de prueba. La línea 2 del Metro, que debe iniciar operación comercial a finales de abril, demandará entre 20 y 25 megavatios. Hay otros megaproyectos que también están por iniciar operaciones y van a demandar más energía eléctrica, como la terminal 2 de Tocumen, que está por comenzar operaciones.

Capacidad instalada
De acuerdo con el informe estadístico de la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (ASEP), el sistema interconectado nacional tiene una capacidad instalada de 3 mil 791 megavatios. Sin embargo, de ese total la capacidad firme solo es de 2 mil 625 megavatios. Si se le resta la demanda máxima registrada hasta la fecha habría una capacidad firme de 824 megavatios. La diferencia entre capacidad instalada y capacidad firme obedece a que hay muchas plantas que están dañadas o en mantenimiento y no pueden generar energía durante esta temporada seca.
Las autoridades han señalado que hay suficiente capacidad instalada para cubrir la demanda de un millón 102 mil clientes que facturan en las empresas de distribución, Edemet, ENSA y Edechi. La capacidad instalada por tecnología actualmente es de 48%, entre hidroeléctricas de pasada y con embalse; 30% de bunker o diésel, 10% con gas natural licuado, 7% de plantas eólicas y 5% de fotovoltaicas.
Representantes de la industria alegan que se deben impulsar nuevas plantas de generación fotovoltaica y eólica para aprovechar las energías renovables.
Contrario a ello, en los últimos años ha habido un mayor impulso a plantas de generación con gas natural licuado, que aunque son más limpias que el bunker y el diésel, son de origen fósil. En total hay planeadas tres plantas con gas natural que suman 1,491 megavatios, de las cuales hay una en operación.
