La creatividad contable del Grupo Adelag, que cambió de rojo a negro sus balances financieros, podría resultar en una cuenta por pagar para la firma de auditores Arthur Andersen, luego que el Primer Banco del Istmo (Banistmo) interpuso una demanda en su contra por 3.7 millones de dólares.
Banco del Istmo y Pribanco, hoy fusionados en Banist-mo, otorgaron préstamos a Financiera El Roble, una de las empresas del Grupo Adelag, basándose en los estados financieros auditados por Arthur Andersen en 1999 y 2000.
La demanda, a la que tuvo acceso La Prensa, señala que la negligencia de Arthur Andersen de realizar un áudito responsable de acuerdo con las normas internacionales de contabilidad, a las empresas que conforman el Grupo Adelag, han perjudicado a Primer Banco del Istmo, al realizar una transacción financiera con dichas sociedades bajo la premisa de que las mismas contaban con el patrimonio necesario para repagar la obligación, tal como lo demostraban los balances consolidados auditados por Arthur Andersen para los años 1999 y 2000.
Banco del Istmo y Pribanco prestaron a Financiera El Roble un millón 750 mil dólares y un millón 500 mil dólares respectivamente, garantizados por pagarés de la empresa El Eléctrico Internacional y afianzados por Adelag, S.A.
Tanto Financiera El Roble, como El Eléctrico Internacional, S.A., eran subsidiarias de Adelag, S.A., tenedora de las acciones de las desaparecidas empresas El Triángulo, Tecno Auto, Tecni Llantas, El Eléctrico, El Eléctrico Internacional, Tecno Partes y otras.
Según la demanda, los estados financieros avalados por Arthur Andersen señalaban que Adelag, S.A. y sus subsidiarias eran empresas solventes, con capacidad de repago de sus obligaciones.
Sin embargo, los números negros de Adelag se tiñeron de rojo, cuando otra firma auditora, Ernst & Young, a solicitud de los acreedores del Grupo, revisó la auditoría de Arthur Andersen, encontrando ajustes de más de 51 millones de dólares en sus estados financieros entre 1999 y 2000, lo que a todas luces no reflejaba la realidad de la empresa.
Las pruebas Los demandantes citan como prueba un informe preliminar preparado por Ernst & Young, que señala que los estados financieros de Adelag, S.A., al 30 de septiembre de 2000 debían ajustarse por 32.5 millones de dólares.
Sobre esta misma línea, Banistmo también argumenta la existencia de una certificación firmada el 28 de diciembre de 2000 por Carlos de la Guardia y Epiménides Díaz, directivos de Adelag, aceptando que el informe de Ernst & Young representaba la posición financiera real del Grupo.
Esto era una aprobación tácita del ajuste de 32.5 millones de dólares propuesto por Ernst & Young.
Según el demandante, con los ajustes, la sociedad Adelag, S.A., se transformaba en una empresa con patrimonio negativo de menos 31.1 millones de dólares, muy diferente a los 16.5 millones de patrimonio que había reportado al 30 de julio del 2000 en los estados financieros avalados por Arthur Andersen.
En pocas palabras, Banco del Istmo y Pribanco otorgaron préstamos basándose en información falsa, que debió ser detectada por los auditores Arthur Andersen.
Este desliz le podría costar a la firma contable 3 millones 659 mil 643 dólares, más intereses, costas y gastos del proceso, que representa la deuda de Adelag, S.A. con Banistmo.
En los últimos meses, la firma Arthur Andersen ha estado en el ojo de la tormenta, al estar vinculada en Estados Unidos con el colapso del gigante energético Enron. En Panamá, algunos de sus clientes más famosos fueron Adelag y Sears, dos empresas con estrepitosos escándalos financieros.
