A diferencia de otros países de la región, el café cultivado en Panamá tiene un elevado potencial para ser exportado como grano tostado, que sería un valor agregado.
El precio pagado por las exportaciones del grano procesado tiene un mayor valor que un café sin tostar. Sin embargo, se requiere aumentar la producción del grano, según el estudio Impacto económico de la industria del café en Panamá, elaborado por Indesa.
La integración de la cadena productiva (cultivo y procesamiento), tiene un potencial de exportación en un mercado en crecimiento, destaca el informe.
Colombia, México, Brasil, Honduras y Panamá, son los únicos cinco países de América Latina que registran exportaciones de café tostado por un valor superior a $5 millones.
El impacto multiplicador de la industria del café sobre el valor agregado de la economía panameña se estimó en $212.2 millones en 2015.
Aunque actualmente este impacto económico del café (cosecha y procesamiento) es inferior al de otras industrias agrícolas, su multiplicador de valor agregado es el más elevado, según el análisis. Se requiere que el sector público-privado trabaje de la mano para incrementar los rendimientos por hectárea.
En Panamá se cultivan 19 mil 440 hectáreas de café y el 75% de la producción proviene de la provincia de Chiriquí.
De las tierras altas de la provincia de Chiriquí sale la línea de los arábigos, un grano que se caracteriza por un mejor sabor. Dentro de este tipo se destacan: el typica, bourbon, caturra, catuai, mundo novo, pacamara y geisha.

