El desempleo en Brasil cayó a 12.4% en el período abril-junio, bajando tres décimas con respecto al 12.7% registrado en el trimestre cerrado en mayo, gracias principalmente al empuje del trabajo informal, informó ayer el instituto oficial de estadísticas IBGE.
El resultado marca el tercer retroceso consecutivo del paro después de tres meses de alza, y es mejor que el 12.6% esperado en promedio por analistas consultados por la agencia financiera Bloomberg.
En total, 13 millones de personas se hallaban en busca de un empleo en junio, frente a 13.2 millones en mayo.
En el período abril-junio de 2017, la tasa de paro de la mayor economía latinoamericana era de 13%.
La mejora se dio pese a la huelga de camioneros que a finales de mayo paralizó durante 11 días al país.
El costo de la vida aumenta
Pero se debió principalmente al empuje del sector informal, que totalizaba 11 millones de empleados, un 3.5% más que en el mismo período del año pasado.
Pero el desempleo por encima de los dos dígitos será uno de los principales desafíos del presidente que resulte electo en las elecciones de octubre, que se anuncian como las más inciertas de la historia moderna de Brasil, después de un mandato marcado por la crisis económica y política y los escándalos de corrupción.
El IBGE realiza sus estudios sobre la base de trimestres móviles y bajo la forma de encuestas llevadas a cabo por 2 mil funcionarios en 70 mil domicilios de todo el país.
Política monetaria
El Banco Central de Brasil (BCB) debe mantener este miércoles su tasa básica en 6.5%, en un escenario de reducción de las presiones inflacionarias provocadas por la huelga de camioneros de mayo y la subida del dólar, estiman analistas.
Los precios “ya están dando señales de reversión de los efectos de la huelga de camioneros y entran en un ritmo semejante al observado antes de ese evento”, cuando se situaban por debajo de las metas oficiales debido a la flojera de la actividad económica, apuntó la consultora Infinity Assets.
La inflación se mantuvo dentro de las metas del BCB de un aumento de precios de 4.5% este año con un margen de tolerancia de 1.5 puntos porcentuales.
