El número de rusos sin empleo, en vacaciones forzadas o de licencia sin paga, ha crecido a unos 8.7 millones, y la situación podría deteriorarse aún más, ya que más de un tercio de las compañías planea reducciones adicionales, mostraron ayer, lunes, datos del Ministerio de Economía.
Las compañías rusas han estado eliminando puestos de trabajo, rebajando salarios y recortando la semana laboral a medida que la economía experimenta su primera recesión en una década ante la caída de la demanda global y de la demanda doméstica, además de los bajos precios del petróleo y la sequía en los mercados internacionales del crédito.
Guiar a Rusia a través de la crisis y evitar una masiva inestabilidad social representa un gran desafío para los políticos del país, acostumbrados a casi una década de auge económico alimentado por el petróleo.
El Ministerio de Economía dijo que 7.5 millones de rusos estuvieron sin trabajo en marzo, o el 10% de la fuerza laboral, sugiriendo que 3.5 millones de personas han perdido sus puestos desde agosto pasado.
Otro 1.2 millón está en vacaciones forzadas o en licencia sin goce de sueldo.

