Las desigualdades aumentaron en la Unión Europea (UE) en las últimas décadas, sobre todo en el antiguo bloque del Este, pero la brecha entre ricos y pobres sigue siendo menor que en otras regiones del mundo.
Bulgaria es el país con más desigualdades de la UE, según Eurostat. La oficina europea de estadísticas mide, para cada país, el coeficiente de Gini, un índice que va de 0 a 100 y que evalúa las desigualdades de ingresos. Cuanto más alto es, mayores son las desigualdades.
En Bulgaria se sitúa en 40, muy por encima de la media europea (31). Los países bálticos (Lituania, Letonia, Estonia), los cuatro principales países del Sur (España, Portugal, Grecia, Italia), Rumania y Reino Unido completan los 10 primeros lugares.
Eslovaquia, Eslovenia y República Checa son los más igualitarios, seguidos por los nórdicos (Suecia, Dinamarca, Finlandia), Bélgica, Holanda y Austria.
Entre 1980 y 2017, el ingreso medio del 1% más rico de la población en Europa creció dos veces más deprisa que el del 50% más pobre de la población, según el Laboratorio sobre las Desigualdades Mundiales. Un aumento de las desigualdades que se observa en la casi totalidad de países europeos. Según este organismo, a las políticas europeas les cuesta promover un crecimiento más inclusivo porque están centradas en la reducción de las desigualdades entre Estados miembros, desatendiendo las desigualdades en el interior de los países.
