Por primera vez en su historia, Brasil se convirtió, en enero pasado, en un acreedor externo, anunció ayer el banco central brasileño.
Según la autoridad monetaria, en el primer mes de 2008 las reservas cambiarias brasileñas superaban en unos 4 mil millones de dólares el total de la deuda externa, pública y privada.
En diciembre del año pasado, la deuda exterior brasileña totalizaba 197 mil 700 millones de dólares, frente a 180 mil 300 millones de dólares en reservas de divisas.
A fines de enero, gracias a las compras de dólares realizadas por el banco central de Brasil en el mercado, el monto de las reservas había aumentado a 187 mil 500 millones de dólares.
Pese a que no informó el monto exacto de la deuda exterior a fines del mes pasado, el ente emisor aseguró que, "en el primer mes de 2008, ya se estima que ese monto se habrá vuelto negativo en más de 4 mil millones de dólares, lo que significa que el país pasó a ser acreedor externo neto, un hecho inédito en nuestra historia económica".
Según el banco central, ese hecho, sumado a los fuertes flujos de inversión externa directa y a los sucesivos superávits en la balanza comercial en los últimos años, refleja un incuestionable fortalecimiento de la posición externa del país.
"En resumen, ante un escenario internacional marcado por aumento considerable de la incertidumbre, por la volatilidad de los mercados financieros y por la desaceleración de la actividad económica, la mejoría de esos índices tiende a atenuar, aunque sin anular totalmente el impacto de los sucesos externos adversos", concluye la nota.

