OPINIÓN. Los suelos son organismos vivos, con una mezcla de minerales, materia orgánica, gases, líquidos y una gran cantidad de seres vivos que pueden soportar la vida vegetal.
Al momento de cultivar la tierra es importante diagnosticar el tipo de suelo y saber qué clase de nutrientes necesita la planta para poder agregar fertilizantes, ya sean biopreparados (orgánicos) o químicos.
Partiendo de esta premisa tenemos que ser responsables en el uso de pesticidas, ya que matan los nutrientes e insectos buenos y malos por igual.
Dieciséis elementos químicos afectan el crecimiento y la sobrevivencia de las plantas. Trece nutrientes son minerales, que vienen de la tierra, son disueltos en el agua y absorbidos por las raíces. Los macronutrientes primarios son nitrógeno, fósforo y potasio. Usualmente la tierra carece de estos nutrientes porque las plantas los necesitan en grandes cantidades.
Los macronutrientes secundarios: calcio, magnesio y azufre, y los micronutrientes: boro, cobre, hierro, cloruro, manganeso, molibdeno y zinc, son necesarios en cantidades más pequeñas y se pueden conseguir por descomposición de materia orgánica.
Un estudio hecho por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos de América (Informe OEA, 1978), utilizando el mapa del doctor Reinmar Tejeira, clasifica los tipos de suelo en nuestro país. Este estudio puede servir para organizar un plan de ordenamiento de suelo y sembrar lo que es apto en cada área.
Uno de los mayores retos en Panamá es la erosión de los suelos por malas prácticas agrícolas.
Actualmente 35% de nuestro suelo está seriamente afectado por la erosión. Este es un proceso que puede ser natural o causado por el hombre que remueve la capa de suelo y piedra para depositarlo en otra área, eliminando los nutrientes de la tierra, causando eventualmente la desertificación.
Nuestras malas prácticas están afectando seriamente nuestro sector agrícola y la capacidad del país de alimentarse.
Panamá carece de laboratorios para hacer análisis de suelo, es importante invertir en laboratorios y apoyar al Instituto de Investigación Agropecuaria de Panamá para hacer su investigación y campañas educativas que permitan promover un buen uso del suelo.
