El vicepresidente de Venacham, Antonio Herrera, señaló que "para poder sacar a la gente de la miseria y la necesidad hay que incorporarla al proceso de desarrollo, pero hoy ese proceso está cerrado, está estancado".
El ejecutivo responsabilizó del estancamiento económico al control de cambios implantado por el Gobierno hace exactamente un año y a la "incertidumbre política", y dijo que "mientras dure el flujo de altos ingresos petroleros existe capacidad de disimular" la situación.
En el marco del encuentro Perspectivas económicas para 2004 , organizado por Venacham en un hotel capitalino, Herrera señaló que de acuerdo a las proyecciones del organismo el tipo de cambio al cierre de 2004 se ubicará sobre los 3 mil 500 bolívares por dólar. Actualmente el dólar se cotiza a mil 600 bolívares en el mercado oficial y a alrededor de 3 mil bolívares en el denominado mercado negro.
Consultado en torno a la situación política del país, el empresario aseguró que ni en Venezuela ni en su "entorno" se va a "tolerar" un régimen antidemocrático.
"Todos estamos apostando por la democracia... Los venezolanos van a defender sus libertades y su democracia, e independientemente de cómo se la interpreta no se van a tolerar ni dentro ni en el entorno de Venezuela las violaciones a ese código de conducta que representa la convivencia que ha tenido el país en muchos años", indicó.
El clima político del país se encuentra altamente polarizado en torno a la gestión del mandatario Hugo Chávez y la posibilidad de un eventual referéndum revocatorio de su mandato solicitado recientemente por la oposición.
En su informe sobre la gestión de 2003, Venacham señaló que la producción cayó un 10.1% y advirtió que el ingreso per cápita disminuyó un 11.7%.
La Cámara binacional señaló que estos resultados sumados a los de 2002, totalizan una caída del 18% en la producción y del 21% en el ingreso por habitante, y precisó que el país necesitaría crecer un 5% anual durante nueve años para poder recuperar los niveles de 1998.
Asimismo, Venacham indicó que una huelga opositora que paralizó las actividades petroleras a comienzo de 2003 "le dio al Gobierno los argumentos para tomar el control de PDVSA (Petróleos de Venezuela) e iniciar su propio paro (huelga) cambiario", limitando las ventas de divisas a un 30% de lo requerido por la economía.
